Denunciar esto desde dentro es de una gran valentía.
Efectivamente, eso todos los sabemos, no es nuevo, pero denunciarlo significaría el fín de cualquier aspiración académica para el denunciante, al menos en esta nuestra facultad.
¡Cuántos «becarios» y/o doctorandos trabajando gratis para su departamento o su director a cambio de la promesa de darle una beca en cuanto pueda! Diría que el 75% al menos… pero es lo que hay: si quieres entrar, debes pagar el precio de tu dignidad…
Hay que luchar para que iluminar las sombras no sea a costa de tenerse que ir a dar clase a Tanzania. Tan censurable es perpetuar activamente la endogamia, el amiguismo o el nepotismo como mirar para otro lado o callar para seguir medrando sin complicarse la vida. El silencio ante la corrupción, del tipo que sea, nos hace cómplices de ella. La dignidad no tiene precio. Al menos, aún queda gente que no está dispuesta a pagarlo. No tengo interés en emigrar a Tanzania, pero nunca se sabe…; )
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enero 16th, 2012 at 19:19
Denunciar esto desde dentro es de una gran valentía.
Efectivamente, eso todos los sabemos, no es nuevo, pero denunciarlo significaría el fín de cualquier aspiración académica para el denunciante, al menos en esta nuestra facultad.
¡Cuántos «becarios» y/o doctorandos trabajando gratis para su departamento o su director a cambio de la promesa de darle una beca en cuanto pueda! Diría que el 75% al menos… pero es lo que hay: si quieres entrar, debes pagar el precio de tu dignidad…
enero 16th, 2012 at 19:31
Hay que luchar para que iluminar las sombras no sea a costa de tenerse que ir a dar clase a Tanzania. Tan censurable es perpetuar activamente la endogamia, el amiguismo o el nepotismo como mirar para otro lado o callar para seguir medrando sin complicarse la vida. El silencio ante la corrupción, del tipo que sea, nos hace cómplices de ella. La dignidad no tiene precio. Al menos, aún queda gente que no está dispuesta a pagarlo. No tengo interés en emigrar a Tanzania, pero nunca se sabe…; )