Absolutamente intolerable. ¿Qué pasa en las cabezas de algunos? La abogacía no debía ser una profesión de riesgo, pero lo es. La sinrazón, la obcecación, la maldad…y no sabemos qué más, explican este crimen, que deja una familia rota, unas hijas sin madre y a la abogacía y a una ciudad entera preocupada e indignada. Granada, en una mañana espléndida de otoño incipiente, despide a una mujer muy joven para morir. El hombre sigue siendo un lobo para el hombre. Desgraciadamente, no iba muy desencaminado Hobbes cuando lo dijo. Descanse en paz.
Ninguno está libre de cruzarse con un desequilibrado de tal corte…. pero es aterrador sólo pensarlo. A pesar de que en este espacio no sea conveniente polemizar por lo duro de lo acontecido, sí se me viene a la cabeza una situación que, si bien desconozco si tiene relación con el caso, estamos viviendo día a día en la actualidad.
Me refiero a que los clientes de despachos de abogados cada vez más, y de manera equivocada, creen que la abogacía en una profesión de resultado sin entender que esto realmente NO ES ASÍ sino que se trata de una profesión de simple actividad.
Es duro ver como los clientes, al no poder ganar un caso, se sienten estafados, robados, ultrajados… intentando reprochar, con razón o sin ella, todo a su abogado. Gracias a Dios estos casos con este terrible final son los menos….y esperemos que no se repitan.
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septiembre 22nd, 2012 at 12:26
Absolutamente intolerable. ¿Qué pasa en las cabezas de algunos? La abogacía no debía ser una profesión de riesgo, pero lo es. La sinrazón, la obcecación, la maldad…y no sabemos qué más, explican este crimen, que deja una familia rota, unas hijas sin madre y a la abogacía y a una ciudad entera preocupada e indignada. Granada, en una mañana espléndida de otoño incipiente, despide a una mujer muy joven para morir. El hombre sigue siendo un lobo para el hombre. Desgraciadamente, no iba muy desencaminado Hobbes cuando lo dijo. Descanse en paz.
octubre 9th, 2012 at 16:42
Ninguno está libre de cruzarse con un desequilibrado de tal corte…. pero es aterrador sólo pensarlo. A pesar de que en este espacio no sea conveniente polemizar por lo duro de lo acontecido, sí se me viene a la cabeza una situación que, si bien desconozco si tiene relación con el caso, estamos viviendo día a día en la actualidad.
Me refiero a que los clientes de despachos de abogados cada vez más, y de manera equivocada, creen que la abogacía en una profesión de resultado sin entender que esto realmente NO ES ASÍ sino que se trata de una profesión de simple actividad.
Es duro ver como los clientes, al no poder ganar un caso, se sienten estafados, robados, ultrajados… intentando reprochar, con razón o sin ella, todo a su abogado. Gracias a Dios estos casos con este terrible final son los menos….y esperemos que no se repitan.