Primero traslado el odio planteado hacia el caso de maltratadores y agresores. En el caso de los maltratadores hacia las mujeres no se si se puede determinar como odio, sino como un desprecio hacia la persona femenina, al considerarla inferior, cosificándola. El odio en estos casos se puede generar, por ejemplo, si esa mujer se atreve a denunciar al maltratador. Entonces, el, pasara a odiarla (al considerarla una traidora). La ama a su manera, es decir, según su educación, según su concepción de la mujer. Y la odiará si ella actúa en contra de algunos de sus valores machistas que considere fundamentales.
En cambio, en el caso de los agresores primarios, que delinquen por primera vez matando a su mujer, hay un odio generado por un cúmulo de circunstancias (por ejemplo; la mujer que amo me pone los cuernos, la mujer que amo no atiende debidamente a sus hijos, la mujer que amo parece un extraño conmigo, la mujer que amo no me apoya…). En estos casos, mientras mas amor se tenga hacia la mujer, mayor será el odio que se pueda llegar a tener (provocado por situaciones como las que acabo de describir). Este odio se erradicaría con educación y apoyo psicológico, evitándose así muchas muertes injustas.
Esta relación de amor-odio, acaba normalmente (y desgraciadamente) de forma trágica.
Con respecto al titular, lo considero muy ambiguo y falto de rigor científico, decir que algunos hombres odian a las mujeres es como decir que algunas mujeres odian a los hombres, o decir que algunos hombres odian vivir, comer o lo que sea, o que algunas personas odian a un ser querido, etc. A lo que me refiero es que tal afirmación (la considero) totalmente errónea y hembrista, ya que es obvio que determinados hombres odian a determinadas mujeres y viceversa, pero no se puede afirmar con carácter general y menos de forma acusadora. Seria un error que (paradójicamente) generaría odio, dependiendo de la personalidad de cada uno y a quien se de la titularidad de ese odio (a ningún hombre le gustaría la afirmación que plantea esta mujer, ni a ninguna mujer le gustaría que se plantee la contraria). Sí en determinadas circunstancias se puede llegar a odiar a una persona, pero no se puede considerar esto como algo absoluto, y ,menos, asignarlo (sólo) de un grupo de personas hacia otro; en este caso de algunos hombres hacia las mujeres). Un saludo.
Efectivamente, la pregunta que aparece como titular de la noticia (¿»Odian algunos hombres a las mujeres?) no es la más acertada. Claro que algunos hombres odiarán a algunas mujeres. Incluso, sorprendente y paradójicamente, a menudo odian a mujeres a las que han querido enormemente. Ahora bien, no se puede afirmar, sin matices, que algunos hombres odian al sexo femenino, en general. Los habrá pero estaríamos ante una misoginia patológica.
En los medios de comunicación es habitual buscar titulares llamativos, que capten la atención del lector. Por eso, la labor de los lectores debe ser procesar la información y ver cuánto hay de sensacionalismo en algunas noticias.
Yo tampoco creo que los hombres odien a las mujeres, habrá casos muy aislados en los que sí puede haber ese odio, al igual que puede ocurrir con las féminas, pero no creo que ese sea la fundamentación del maltrato.
Lo que sí creo es que en la mayoría de los casos de violencia, ya sea de género o doméstica, si hay un sentimiento de superioridad y de control absoluto del hombre sobre la mujer, hasta tal punto que la llegan a considerar como algo de su propiedad. Pienso que este es el principal problema, el machismo, y para mí la causa más presente en los casos de violencia. Creo que aquí es donde tiene que intervenir el Estado, en impartir una educación para la sociedad sin machismo, aunque en mi opinión esto es una utopía…
¡ Un saludo !
Algunos sí. Siempre ha exigido la misoginia como tendencia ideológica o psicológica que consiste en despreciar a la mujer como género y con ello todo lo considerado como femenino.
Lo que tratamos en este caso no es el odio de un hombre hacia todas las mujeres en general, sino el odio de un hombre hacia una sola mujer.
El odio, normalmente se describe como el sentimiento contrario al amor y con frecuencia, es preludio de violencia, y a veces, y así somos, odiamos lo que no podemos tener y controlar.
Entonces sí, yo si me atrevería a decir que haya algunos hombres que odian a sus parejas, aunque no lo considero causa, si es que existe alguna, como razón para justificar este acto de violencia. Entiendo odio como desprecio, y no entiendo que quepa otro sentimiento que no sea éste en los maltratos físicos o psicológicos de un hombre hacia una mujer. No puedo entender que exista el amor en estas relaciones, sino un sentimiento de posesión y de superioridad equivocado.
Como citó Nietzsche (en mi opinión, filósofo del que no tiene desperdicio ni una de sus palabras), «el amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro».
Creo que en estos tiempos no existe mayor relación de amor-odio que en los despreciables casos que día a día tenemos que ver sobre la violencia de género.
No creo que exista medida suficientemente fuerte para frenar tales actos. Ese odio se transforma en impotencia, cuando las personas (no diré solo hombres) se ven (como decía Jessica) sin poder tener o controlar algo que quieren, o que han dejado de querer, pero no soporta la idea de que sea poseído por otros.
La violencia de género se fundamenta en las desigualdades físicas de hombre y de mujer, y como normalmente, éste tiene unas mayores capacidades para dañarle o llegar a cumplir cada amenaza. Pero creo que la verdadera causa es ese odio, ese odio como descendiente del amor que pudo existir, o en los peores casos, por culpa del amor que no se puedo conseguir.
Debe ser muy duro, y con esto no lo justifico ni opino que sirva de justificacón, llevar ese sentimiento dentro, de pérdida, impotencia… Casi todos hemos visto como lo que un día era nuestra vida, se nos va, y lo dificil que es no sentir un poco de odio, no solo por lo que es, sino por lo que fue.
Supongo que es en este punto, cuando los impulsos y la razón median, y en el caso de lo mas débiles se convierte en una nueva noticia de los periódicos.
Pues es así como lo veo, como una debilidad del agresor, insuficiencia para sobreponerse a la adversidad de la situación, aunque, por mucho que queramos, jamás podremos entender que te hace llegar a esos extremos.
Me parece que el odio no se puede generalizar tanto, el odio puede surgir hacia una persona concreta por algo concreto. No hay que irse a la misoginia ni a las formas de agresion hacia la mujer.Un hombre odia a una mujer, a los dos años odia a otra por la misma u otras causas, y, como resultado, el «odio a las mujeres», es como un método deductivo, pero eso también lo usamos las mujeres y, cuando esto pasa, pasa con todo. Pero si hablamos de odio hacia las personas es porque antes ha habido algo que permite que ahora haya odio, llámese amor, amistad o ilusión, porque, si no, lo que se nos produciría sería indiferencia. El odio no es racional, no permite el diálogo. Por eso, puede que exista el odio pero creo que se confunde en muchas ocasiones con la rabia o la impotencia. En cuestión de relaciones, violencia de género y demás, se juntan muchos factores y mezcla de cosas, que lo que al final provocan es impotencia y la escapada puede ser el odio, ese odio que es casi como una excusa.
Antes de nada, siendo este el primer mensaje que publico en este foro, me gustaría agradecer a la profesora Justa la loable iniciativa de haber creado esta plataforma de debate que nos enriquece a los que participamos de ella de una u otra forma. Ya no como futuros juristas, sino como seres humanos en definitiva.
¿Odian algunos hombres a las mujeres? Tras esta pregunta y a modo de encabezamiento de la pequeña reflexión que voy a exponer, escribiría esta otra: ¿Puede un hombre que se odie a sí mismo resistirse a no odiar a una mujer? Ciertamente hay hombres que odian a las mujeres, sean éstas sus parejas, ex parejas sentimentales, amigas, familiares, vecinas… Pero no es menos cierto que estos hombres (quedándole demasiado grande esta palabra) primigeniamente se odian a ellos mismos, vertiendo posteriormente a consecuencia de esto ese odio hacia la mujer.
Podríamos decir que estos sujetos hacen reflejar sus frustraciones, sus miserias más íntimas, sus castraciones mentales, sus miedos desquiciantes sobre el género femenino. Normalmente, estos sujetos suelen ser bastante cobardes para la vida en general. La inquina que proyectan sobre mujeres les hace sentirse poderosos en cierta medida, aunque sea de manera momentánea, les hace sentirse menos miserables de alguna manera.
Un hombre seguro de sí mismo, con arrojo en el devenir de la vida, siempre querrá sumar a su existencia, nunca perderse en sentimientos de odio hacia otros sujetos. El acto execrable de odiar a una mujer, incluso llegar a darle muerte en los casos extremos, es un acto que de alguna manera empieza en el interior de un fracasado como persona, de un perdedor de ser humano.
¿A dónde quiero llegar a parar con todo esto? Pues a que ese odio que algunos hombres sienten irrefrenablemente hacia la mujer no es más que una construcción de su propia endeblez personal-mental, de su miseria íntima. Miseria que por desgracia se va acrecentando con los años y puede desembocar en episodios de violencia.
Jerónimo Nahuel:
Me va a permitir con el mayor respeto comentar algo al hilo de esto:
“Con respecto al titular, lo considero muy ambiguo y falto de rigor científico, decir que algunos hombres odian a las mujeres es como decir que algunas mujeres odian a los hombres…”.
En absoluto falto del menor rigor. No transforme Vd. una oración interrogativa en una afirmativa, en una afirmación taxativa. Faltar al rigor es sencillamente escribir lo que no se ha escrito, esto es, dar por hecho algo que sencillamente no es.
“A lo que me refiero es que tal afirmación (la considero) totalmente errónea y hembrista…”.
Permítame que le escriba que considera mal por lo que a todas luces se puede leer como pregunta sin el menor atisbo de duda. Errónea ni por asomo y la palabra “hembrista” me parece completamente peyorativa y fuera de lugar. Si me apura hasta de mal gusto. Reiterándole todo el respeto, pero no podía pasar por alto opinar sobre su parecer.
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octubre 12th, 2009 at 21:24
Primero traslado el odio planteado hacia el caso de maltratadores y agresores. En el caso de los maltratadores hacia las mujeres no se si se puede determinar como odio, sino como un desprecio hacia la persona femenina, al considerarla inferior, cosificándola. El odio en estos casos se puede generar, por ejemplo, si esa mujer se atreve a denunciar al maltratador. Entonces, el, pasara a odiarla (al considerarla una traidora). La ama a su manera, es decir, según su educación, según su concepción de la mujer. Y la odiará si ella actúa en contra de algunos de sus valores machistas que considere fundamentales.
En cambio, en el caso de los agresores primarios, que delinquen por primera vez matando a su mujer, hay un odio generado por un cúmulo de circunstancias (por ejemplo; la mujer que amo me pone los cuernos, la mujer que amo no atiende debidamente a sus hijos, la mujer que amo parece un extraño conmigo, la mujer que amo no me apoya…). En estos casos, mientras mas amor se tenga hacia la mujer, mayor será el odio que se pueda llegar a tener (provocado por situaciones como las que acabo de describir). Este odio se erradicaría con educación y apoyo psicológico, evitándose así muchas muertes injustas.
Esta relación de amor-odio, acaba normalmente (y desgraciadamente) de forma trágica.
Con respecto al titular, lo considero muy ambiguo y falto de rigor científico, decir que algunos hombres odian a las mujeres es como decir que algunas mujeres odian a los hombres, o decir que algunos hombres odian vivir, comer o lo que sea, o que algunas personas odian a un ser querido, etc. A lo que me refiero es que tal afirmación (la considero) totalmente errónea y hembrista, ya que es obvio que determinados hombres odian a determinadas mujeres y viceversa, pero no se puede afirmar con carácter general y menos de forma acusadora. Seria un error que (paradójicamente) generaría odio, dependiendo de la personalidad de cada uno y a quien se de la titularidad de ese odio (a ningún hombre le gustaría la afirmación que plantea esta mujer, ni a ninguna mujer le gustaría que se plantee la contraria). Sí en determinadas circunstancias se puede llegar a odiar a una persona, pero no se puede considerar esto como algo absoluto, y ,menos, asignarlo (sólo) de un grupo de personas hacia otro; en este caso de algunos hombres hacia las mujeres). Un saludo.
octubre 14th, 2009 at 6:54
Efectivamente, la pregunta que aparece como titular de la noticia (¿»Odian algunos hombres a las mujeres?) no es la más acertada. Claro que algunos hombres odiarán a algunas mujeres. Incluso, sorprendente y paradójicamente, a menudo odian a mujeres a las que han querido enormemente. Ahora bien, no se puede afirmar, sin matices, que algunos hombres odian al sexo femenino, en general. Los habrá pero estaríamos ante una misoginia patológica.
En los medios de comunicación es habitual buscar titulares llamativos, que capten la atención del lector. Por eso, la labor de los lectores debe ser procesar la información y ver cuánto hay de sensacionalismo en algunas noticias.
octubre 15th, 2009 at 17:16
Yo tampoco creo que los hombres odien a las mujeres, habrá casos muy aislados en los que sí puede haber ese odio, al igual que puede ocurrir con las féminas, pero no creo que ese sea la fundamentación del maltrato.
Lo que sí creo es que en la mayoría de los casos de violencia, ya sea de género o doméstica, si hay un sentimiento de superioridad y de control absoluto del hombre sobre la mujer, hasta tal punto que la llegan a considerar como algo de su propiedad. Pienso que este es el principal problema, el machismo, y para mí la causa más presente en los casos de violencia. Creo que aquí es donde tiene que intervenir el Estado, en impartir una educación para la sociedad sin machismo, aunque en mi opinión esto es una utopía…
¡ Un saludo !
octubre 21st, 2009 at 21:26
Algunos sí. Siempre ha exigido la misoginia como tendencia ideológica o psicológica que consiste en despreciar a la mujer como género y con ello todo lo considerado como femenino.
Lo que tratamos en este caso no es el odio de un hombre hacia todas las mujeres en general, sino el odio de un hombre hacia una sola mujer.
El odio, normalmente se describe como el sentimiento contrario al amor y con frecuencia, es preludio de violencia, y a veces, y así somos, odiamos lo que no podemos tener y controlar.
Entonces sí, yo si me atrevería a decir que haya algunos hombres que odian a sus parejas, aunque no lo considero causa, si es que existe alguna, como razón para justificar este acto de violencia. Entiendo odio como desprecio, y no entiendo que quepa otro sentimiento que no sea éste en los maltratos físicos o psicológicos de un hombre hacia una mujer. No puedo entender que exista el amor en estas relaciones, sino un sentimiento de posesión y de superioridad equivocado.
octubre 26th, 2009 at 14:21
Como citó Nietzsche (en mi opinión, filósofo del que no tiene desperdicio ni una de sus palabras), «el amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro».
Creo que en estos tiempos no existe mayor relación de amor-odio que en los despreciables casos que día a día tenemos que ver sobre la violencia de género.
No creo que exista medida suficientemente fuerte para frenar tales actos. Ese odio se transforma en impotencia, cuando las personas (no diré solo hombres) se ven (como decía Jessica) sin poder tener o controlar algo que quieren, o que han dejado de querer, pero no soporta la idea de que sea poseído por otros.
La violencia de género se fundamenta en las desigualdades físicas de hombre y de mujer, y como normalmente, éste tiene unas mayores capacidades para dañarle o llegar a cumplir cada amenaza. Pero creo que la verdadera causa es ese odio, ese odio como descendiente del amor que pudo existir, o en los peores casos, por culpa del amor que no se puedo conseguir.
Debe ser muy duro, y con esto no lo justifico ni opino que sirva de justificacón, llevar ese sentimiento dentro, de pérdida, impotencia… Casi todos hemos visto como lo que un día era nuestra vida, se nos va, y lo dificil que es no sentir un poco de odio, no solo por lo que es, sino por lo que fue.
Supongo que es en este punto, cuando los impulsos y la razón median, y en el caso de lo mas débiles se convierte en una nueva noticia de los periódicos.
Pues es así como lo veo, como una debilidad del agresor, insuficiencia para sobreponerse a la adversidad de la situación, aunque, por mucho que queramos, jamás podremos entender que te hace llegar a esos extremos.
noviembre 30th, 2010 at 22:40
¿Odian las mujeres a los hombres?
noviembre 30th, 2010 at 22:51
Me parece que el odio no se puede generalizar tanto, el odio puede surgir hacia una persona concreta por algo concreto. No hay que irse a la misoginia ni a las formas de agresion hacia la mujer.Un hombre odia a una mujer, a los dos años odia a otra por la misma u otras causas, y, como resultado, el «odio a las mujeres», es como un método deductivo, pero eso también lo usamos las mujeres y, cuando esto pasa, pasa con todo. Pero si hablamos de odio hacia las personas es porque antes ha habido algo que permite que ahora haya odio, llámese amor, amistad o ilusión, porque, si no, lo que se nos produciría sería indiferencia. El odio no es racional, no permite el diálogo. Por eso, puede que exista el odio pero creo que se confunde en muchas ocasiones con la rabia o la impotencia. En cuestión de relaciones, violencia de género y demás, se juntan muchos factores y mezcla de cosas, que lo que al final provocan es impotencia y la escapada puede ser el odio, ese odio que es casi como una excusa.
marzo 9th, 2012 at 19:23
Hola a todas/os:
Antes de nada, siendo este el primer mensaje que publico en este foro, me gustaría agradecer a la profesora Justa la loable iniciativa de haber creado esta plataforma de debate que nos enriquece a los que participamos de ella de una u otra forma. Ya no como futuros juristas, sino como seres humanos en definitiva.
¿Odian algunos hombres a las mujeres? Tras esta pregunta y a modo de encabezamiento de la pequeña reflexión que voy a exponer, escribiría esta otra: ¿Puede un hombre que se odie a sí mismo resistirse a no odiar a una mujer? Ciertamente hay hombres que odian a las mujeres, sean éstas sus parejas, ex parejas sentimentales, amigas, familiares, vecinas… Pero no es menos cierto que estos hombres (quedándole demasiado grande esta palabra) primigeniamente se odian a ellos mismos, vertiendo posteriormente a consecuencia de esto ese odio hacia la mujer.
Podríamos decir que estos sujetos hacen reflejar sus frustraciones, sus miserias más íntimas, sus castraciones mentales, sus miedos desquiciantes sobre el género femenino. Normalmente, estos sujetos suelen ser bastante cobardes para la vida en general. La inquina que proyectan sobre mujeres les hace sentirse poderosos en cierta medida, aunque sea de manera momentánea, les hace sentirse menos miserables de alguna manera.
Un hombre seguro de sí mismo, con arrojo en el devenir de la vida, siempre querrá sumar a su existencia, nunca perderse en sentimientos de odio hacia otros sujetos. El acto execrable de odiar a una mujer, incluso llegar a darle muerte en los casos extremos, es un acto que de alguna manera empieza en el interior de un fracasado como persona, de un perdedor de ser humano.
¿A dónde quiero llegar a parar con todo esto? Pues a que ese odio que algunos hombres sienten irrefrenablemente hacia la mujer no es más que una construcción de su propia endeblez personal-mental, de su miseria íntima. Miseria que por desgracia se va acrecentando con los años y puede desembocar en episodios de violencia.
Jerónimo Nahuel:
Me va a permitir con el mayor respeto comentar algo al hilo de esto:
“Con respecto al titular, lo considero muy ambiguo y falto de rigor científico, decir que algunos hombres odian a las mujeres es como decir que algunas mujeres odian a los hombres…”.
En absoluto falto del menor rigor. No transforme Vd. una oración interrogativa en una afirmativa, en una afirmación taxativa. Faltar al rigor es sencillamente escribir lo que no se ha escrito, esto es, dar por hecho algo que sencillamente no es.
“A lo que me refiero es que tal afirmación (la considero) totalmente errónea y hembrista…”.
Permítame que le escriba que considera mal por lo que a todas luces se puede leer como pregunta sin el menor atisbo de duda. Errónea ni por asomo y la palabra “hembrista” me parece completamente peyorativa y fuera de lugar. Si me apura hasta de mal gusto. Reiterándole todo el respeto, pero no podía pasar por alto opinar sobre su parecer.
Saludos.